El lunes 2\julio\2012 Los niños se pusieron a jugar en la mañana con su templo de juguete y estaban tratando de armarlo. De pronto se frustraron porque cuando lo armaban el templo se caía, y súper enojados empezaron a tirar las piezas y a arruinarlas. Yo me enoje mucho al verlos destruir su juguete y estaba a punto de regañarlos y hacer que la situación empeorara, ya saben que cuando se combinan una mamá enojada e hijos enojados la bomba explota.
Respiré y me esforcé muchísimo para calmarme y no reaccionar como ellos. Ya que por iniciativa propia empezaron a jugar con algo relacionado a la iglesia y por un ratito sentimos el espíritu antes de que la frustración y el enojo se apoderara de todos nosotros. Asi que me acerqué a ellos, recogí las piezas y les mostré la hoja con las instrucciones. Les dije que debian seguir las instrucciones al pie de la letra para que el templo fuera fuerte y firme y no se cayera. Con voz muy animada les dije que les contaría una historia muy interesante sobre el templo y su construcción. Les conté la historia de la construcción del templo de Salt Lake, les hice saber que el Señor le dijo al profeta que debía utilizar los mejores y mas finos materiales para su construcción. El profeta fue obediente y así lo hicieron. Pero de pronto descubrieron que habían ciertas piedras agrietadas en el fundamento. El profeta le dijo a los constructores que debían empezar de nuevo el fundamento del templo porque habían piedras agrietadas y si las dejaban allí el templo no seria fuerte y firme y no duraría para el milenio.
Vimos fotos reales de la construcción del templo y su fundamento. Los niños se vieron mas emocionados al ver las fotos después de haber escuchado la historia. Les repasé la historia mientras veían las fotos cuidadosamente. Y se sorprendieron cuando les dije que tardaron 40 años en terminar de construirlo. Aunque son niños y no comprenden bien el sentido del tiempo, saben sin duda que 40 años es mucho tiempo :)
Luego los animé a hacer juntos nuestro templo pero esta vez siendo obedientes a las instrucciones para que no se caiga y dure mucho tiempo armado. Con mucho ánimo hicimos nuestro templo de juguete siguiendo las instrucciones tal y como los constructores y el profeta las siguieron y nuestro templo ahora esta firme y fuerte. A los niños les interesó mucho la historia.
Luego vimos unas caricaturas sobre "Los tres cerditos y el lobo" en Youtube. Espero que cada vez que escuchen o vean esa historia de "Los tres cerditos y el lobo" puedan recordar que es mejor trabajar fuerte para que las cosas duren, tal como con el templo.
Estoy agradecida porque en ese momento el Espíritu me ayudó a calmarme y en vez de convertir ese momento en frustración, pelea, gritos y castigo, fue un momento de enseñanza del evangelio y pudimos disfrutar de la paz y el amor que viene del espíritu Santo.
Intenta hacerlo con tus hijos. Enséñales la historia de la construcción del templo de Salt Lake City.
*Si no puedes conseguir un templo como el de la foto, puedes utilizar bloques de madera (tipo del juego de mesa "Jenga") con diferentes figuras para construir un templo.
