viernes, 8 de noviembre de 2013

Poema: Tu silla frente a tu cama


Estos días he sentido la muerte del abuelo de mi esposo. Viví con él y su maravillosa esposa por 8 años. Los últimos años de vida de ella la cuide junto con mi esposo hasta que murió el año pasado. Después de su muerte el abuelo se quedo muy afectado y su salud decayó aun mas. Lo cuidamos y pasamos momentos difíciles porque él tuvo muchas crisis hasta que murió el pasado 5 de noviembre del 2013. 
El abuelo decía que daba lo que fuera por reunirse con su amada otra vez. Estamos muy felices porque por fin estan juntos para siempre, pero el vacío y la tristeza quedan siempre que alguien que ha formado parte de tu día a día se marcha.  
Los abuelos de mi esposo me trataron con mucho amor desde que me conocieron, me ofrecieron su casa para vivir en ella y siempre estuvieron pendientes de mi comodidad aun cuando por muchos años no podíamos entendernos por no hablar la misma lengua y no tener la misma cultura. Ellos me trataron como su verdadera nieta y yo los sentí como mis verdaderos abuelos. Por siempre los tendré en mi corazón y ahora me toca aprender a vivir esta nueva vida, una vida sin ellos. 

Este es un poema que escribí para el abuelo donde he podido sacar por escrito aunque sea un poquitito lo que siente mi corazón, ya que mis sentimientos no han podido salir de mi boca en forma de palabras. 

Tu silla frente a tu cama

Aquí sentada en tu silla frente a tu cama
leyendo el libro que cuenta tus historias
¿Por qué no lo leí cuando estabas en casa?
esperaba que tu boca contara tus memorias

Pensando en las veces que hice algo por ti
las veces cuando también me cansé
contando todas las cosas que hiciste por mi
esas cosas valiosas que jamás olvidaré

Aquí sentada en tu silla frente a tu cama
tengo el bastón, la silla de ruedas, cosas que odiabas
miro tu descendencia y la foto de tu dama,
toco tu bandera y tu uniforme, las cosas que amabas

Cuidarte, quererte y atenderte era mi oficio
tu adiós me da el comienzo de una nueva vida
se sentía mucho trabajo, mucho sacrificio
aunque cansada, pero quiero esa vida todavía

Aquí sentada en tu silla frente a tu cama
bebiendo tu agua usando tu vaso
metida en tu cuarto usando tu sabana
sintiendo este frío deseando tu abrazo

Pensando en lo que dejaste al irte
tantos espacios aquí que llenar
recordando todo lo que compartiste
y las cosas que no te pudiste llevar

Aquí sentada en tu silla frente a tu cama
con tu comida favorita sin probar
tu cepillo que quedó con algunas de tus canas
tu dinero sin gastar, tu ropa sin usar

Lamento momentos tuyos que no grabé
las palabras que oí y nunca escribí
aquel rostro arrugado que ya no pinté
esas habilidades tuyas que nunca vi

Aquí sentada en tu silla frente a tu cama
¡Pero qué importa todo eso ahora!
llevaste una vida digna, ahora Dios te llama
para darte la felicidad compensadora 

Me acogiste en tu casa y me diste amor
me ha dolido hasta el fondo tu partida
pero te tuve por unos años y fue un honor
yo fui la cuidadora del final de tu vida