lunes, 30 de diciembre de 2013

Si cuidamos lo poco, lo mucho se nos dará Historias del Antiguo testamento Josué 23

Joshua admonishing people
Josué envejeció. Reunio a los líderes de Israel. Les dijo que Dios les había dado la tierra.                                                                      Dios les ayudó a ganas sus batallas. Ellos podían mantener la tierra si eran justos.                        
           Ellos perderán la tierra si son inicuos.  Joshua 23
Como ya les he dicho antes, yo estoy utilizando el Libro para niños "Historias del Antiguo Testamento" que la iglesia publica, para nuestra lectura de las escrituras. Cada día les leo un solo cuadrito (como el que se ve arriba en la imagen). Eso es suficiente para hacer toda una plática en la mesa, es rara la ocasión cuando podemos leer mas de uno y les tengo un ejemplo de ello. 
(Ayer 28\Dic\2013) Era tiempo del desayuno familiar, incluyendo a mi esposo que, por las bendiciones (vacaciones) de navidad, ha estado con nosotros una semana entera. Nos sentamos a la mesa y les leí lo que esta al pie de la foto arriba:
  Josué envejeció . Dije a mis hijos que el profeta Josué tenia muchas canas, igual que papá. Por suerte tenía un modelo allí mismo. Les enseñe las canas de mi esposo y ellos estaban asombrados de ver que papá ya se esta viendo viejo (tiene 34 años y varias canas).
Reunió a los líderes de Israel. (Anteayer hablamos sobre cómo el abuelo antes de morir dejó por escrito su herencia a sus hijos). Les recordé a mis niños sobre la herencia que dejó el abuelo y que él dejó todo por escrito sobre cómo se repartiría cada cosa.  Expliqué a mis hijos que el abuelo habló con sus hijos sobre las cosas que tenía y que les daría a ellos, e incluso le dio una copia del testamento a cada uno de ellos. Igual que el profeta Josué, el abuelo, al envejecer, habló con sus hijos sobre su herencia.
Les dijo que Dios les había dado la tierra. Dios les ayudó a ganas sus batallas. Les recordé cuando leímos que los Dios les ayudó a derrumbar el muro de Jericó y cómo los grandes, numerosos y fuertes hombres de esa Ciudad huyeron al ver el pequeño  y no tan fuerte ejército de los Israelitas. Todo ello fue porque Dios les ayudó a derrotarlos y obtener la tierra. Mis hijos recordaban muy bien esa parte, tanto que salieron corriendo al rededor de la sala gritando con las manos en alto diciendo": ¡Ahhh, allí vienen los Israelitas. Corran, corran!.
Ellos podían mantener la tierra si eran justos. Recordamos que es la misma advertencia que Dios le dio a los de ésta tierra de las Américas (Nefitas). Mi esposo les ha transmitido a los niños esa pasión que él tiene por la historia de la formación de este país y el amor a él. Entonces mis hijos saben un poco de lo difícil que fue incluso para los fundadores de este país independizarse y ser el país mas fuerte del mundo. Mis hijos aman EEUU y saben que es parte de la tierra prometida a los Nefitas y se sienten orgullosos de saber que ellos estan disfrutando de ella.
Ellos perderán la tierra si son inicuos. Hablamos en general de este país, que no será un pais próspero ni libre si llegamos a hacer muy inicuos. Hablamos de que Dios nos bendice con cosas temporales y espirituales pero si no las cuidamos él nos las quitará. Caleb mencionó que es como el cuerpo, si damos cosas dañinas al cuerpo, Dios lo va a destruir. Ese ejemplo de Caleb nos dio pie a meternos en otro tema. Yo les di el ejemplo de que es como en la casa, si no cuidan sus juguetes y los dejan tirados, los perderán o mamá se los quitará. Luego Zack mencionó que si nos lavamos los dientes y dejamos que el agua corra por mucho tiempo, ya no tendremos agua. Y allí empezó la abalancha de ejemplos sobre desperdiciar y no cuidar. Dieron muchas ideas. Desperdiciar comida, papel higiénico, luz,  etc... tuvimos que pararlos con Josh porque seguían y seguían dando ejemplos, lo bueno es que lo hacian de manera muy divertida los tres y muy eficaz. 
Aproveché el momento en que ellos estaban entendiendo muy bien el concepto de "desperdiciar y arruinar" para enfocarnos en el "cuidar y ahorrar". Primero les dije que el abuelo amaba mucho esta casa al igual que ellos y debemos cuidarla y no mancharla con crayones, no quebrar cosas ni arruinar las alfombras mas de lo que están. 
De pronto decidí cambiar mi tono de voz y de manera muy reverente les dije que quería contarles algo. Mi esposo se mostró interesado con esa frase y me ayudó rápidamente a calmar a los niños para que escucharan con atención.
Dije que Dios nos ha dicho que quiere bendecirnos con cosas temporales y espirituales. Hablando temporalmente, él quiere que tengamos exitos en nuestros trabajos y profesiones para estar bien economicamente pero debemos pagar un diezmo integro, una ofrenda generosa y ayudar a los demas. Muchas personas tratamos e ser fieles para recibir esas bendiciones pero a veces tardan mucho en llegar.  Les confesé que un día, desesperada le pregunté al Señor cuándo iba a bendecirnos a nosotros con abundancia. Igual como los Israelitas cuando se les había prometido una tierra escogía. Llegaron a desesperarse por el tiempo esperado y dejar de creer en esa promesa.
Les dije que Dios me hizo sentir que primero tenía que aprender a cuidar y ser más prudente con lo poco que tenemos ahorita para luego estar preparada para manejar y cuidar  la abundancia que espero. No se cuándo sucederá eso, si esperaremos muchos años como los Israelitas que esperaron 40 años solo porque no estaban preparados con fe ni obediencia. Y al final, la mayoría ni siquiera toco esa tierra por desobedientes. 
Mis hijos estaban animados con ese futuro prometedor. Lo que nos entusiasmó a mi esposo y a mi es que después de explicarles que ellos debían ayudarme a ser mas cuidadosa, prudente y ahorrar dinero para que esa promesa suceda, ellos nos bombardearon otra vez con ejemplos de cosas que iban a hacer para ahorrar. Echar en el vaso solo la cantidad de agua que se pueden tomar, cepillarse bien los dientes para no tener caries, recordarse el uno al otro de apagar las luces que no esten usando, guardando la comida que no comeremos o ofrecerla a alguien mas en vez de votarla, ya no darle solo tres mordidas a la manzana o el banano y luego tirarlo, compartir con los demás lo que tenemos, etc.
Quedó claro que ésta era una responsabilidad de toda la familia. Cada uno debía ayudar al otro a recordar que debemos ahorrar y cuidar lo que tenemos. Debemos compartir lo que tenemos, pagar diezmos y ofrendas de ayuno, etc. Nos sorprendió que nuestros hijos eran los que nos estaban dando esos ejemplos y estaban animados de cumplirlo. 
Llevamos dos días siendo ahorrativos y cuidadosos, y ayudándonos unos a otros a recordarlo. Ví como el halarles de eso me ayudó a hacer que mi responsabilidad se dividiera entre toda mi familia, ahora será mas fácil de cumplir y al final, la recompensa y bendición será para todos y juntos valoraremos lo trabajado.
Espero que esto les muestre la importancia de compartir con los hijos pequeños cosas que a veces no pensamos que a ellos les puede interesar o ayudar. 
(Actualizando el 12\ene\2014: Llevamos 2 semanas y mis hijos siguen viendo las maneras en que podemos ahorrar).

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